Mes 11 - El desarrollo de mi hijo a los 11 meses
Mamá, ¡ya tengo 10 meses! Aumento alrededor de 12/13 gramos al día, lo que equivale a 84 a 91 gramos a la semana y 360 a 390 gramos al mes. Crezco entre 0,25 y 0,5 centímetros al mes. Si soy niña, puedo pesar 8,9 kilos y medir unos 72 centímetros. Si soy niño, mi peso puede llegar a 9,2 kilos y mi estatura a 73 centímetros.
Recuerda que esto son sólo estadísticas. Cada niño se desarrolla a su propio ritmo, en el que influyen muchos factores.
Mamá, este mes
- Progresaré más en mi capacidad para mantenerme erguido de forma independiente.
- Aumentará mi movilidad. Cogeré y soltaré distintos objetos con mucha satisfacción.
- Intentaré comunicarme contigo señalando con la mano o el dedo objetos fascinantes y girando la cabeza en la dirección que me parezca interesante.
- Mis actividades son cada vez más intencionadas. Consigo que entiendas claramente lo que me gusta y lo que no. También te lo mostraré siempre que necesite ayuda.
- Mis arrullos ya se están volviendo totalmente conscientes y me gustaría que me respondieras. No te avergüences de balbucear y hacer gestos junto conmigo.
- El miedo a los extraños puede aparecer en este momento, así como la ansiedad por la separación y el miedo a quedarse solo.
- Repetiré los sonidos que oiga, por ejemplo, estornudos, bofetadas o tos.
- Puedo distinguir tu voz y las voces de otros miembros de la casa y de animales que hayas imitado y me hayas mostrado.
- Soy capaz de repetir movimientos sencillos y expresiones faciales después de ti.
- Mis capacidades cognitivas y manipulativas se están desarrollando. Me gusta jugar con juguetes que puedo girar o presionar. Me divierto mucho jugando con piezas móviles o luces.
- Ya conozco entre 30 y 40 palabras. Aún entiendo muchas más de las que puedo expresar. Léeme cuentos todo lo que puedas, enséñame dibujos y explícame lo que hay en ellos. Así puedes apoyar mi aparato fonador.
- Ya sé perfectamente cuál es la relación causa-efecto. Apagar las luces significa dormir y sacar el agua para bañarse significa que es hora de lavarse. Si aún no hemos conseguido crear ciertas rutinas, nunca es tarde para ello.
- No lloro tanto en situaciones nuevas y cada vez me acostumbro más a ellas.
- Empiezo a pensar cada vez más lógicamente. Saco conclusiones basadas en experiencias anteriores. ¡Todo lo que me enseñas es educativo! ¡Gracias por eso, mamá!
- Sé expresar mi descontento agitando los brazos y/o las piernas. Intenta ser paciente y comprensivo en estas situaciones. Explícame lo que me ocurre y por qué tengo derecho a estar descontento.
- ¡Me encanta sonreír! Puede que ahora te moleste sólo para que me sonrías y me hagas reír. Si me sonríes, ¡activará mi sentido de la autoestima y beneficiará mi futuro!
- ¡Me encanta descubrir cosas! Juega conmigo al escondite o esconde mi juguete favorito debajo de una almohada y verás cómo me divierto buscándolo. Agradece mis intentos de encontrar el juguete. Me da mucha confianza.
- Ahora seré yo quien inicie la diversión. Sígueme la corriente y pégate a mí con cualquier juego en el que esté enfrascado en ese momento.
- Cada vez sé interpretar mejor los nombres de los distintos objetos. También se me da bien adivinar su finalidad.
- Puede que tenga miedo a los extraños. Es una etapa temporal que desaparecerá con la edad. Cuando notes que tengo miedo, quédate cerca de mí, abrázame y consuélame.
- Podría intentar dar mis primeros pasitos a un lado, junto a un mueble o un sofá. Asegúrate de que todos los lugares peligrosos estén asegurados para que pueda practicar libremente, por favor.
- A pesar de saber gatear, a veces puedo perder el equilibrio. No es nada que deba preocuparte.
- Quizá notes que cuando me sujetas por los brazos, empiezo a avanzar. Aunque me da alegría, no lo hagas porque no es saludable para mí.
- Ya comprendo el significado de «no lo hagas». Detendré mis actividades durante un rato cuando me lo digas enérgicamente, pero no cuentes con que no haré más intentos de tocar cosas que no me están permitidas.
- Me interesan los juguetes que no son realmente juguetes. Déjame jugar con una cuchara de madera o un colador.
- Descubro una nueva forma de coger un juguete. Puede que lo coja por el asa, por el botón que sobresale o por otros elementos que me resulten interesantes.
- Me sentiré satisfecho y feliz con cosas que se me ocurran a mí. Lo verás en mi cara.
- Mi sentido del tacto se está desarrollando. Cuando tomo un objeto en mis manos, lo analizo a fondo basándome en su temperatura, textura y forma.
- Estoy desarrollando el habla a través de la diversión. Describe los juguetes con los que juego. Así ampliaré mi vocabulario en el futuro.
- Puede que me dé miedo bañarme. Puedes renunciar a los baños durante un tiempo, sin dejar de cuidar la higiene adecuada de mis manos, mis partes íntimas y mi cara.